Fue el maestro de historia más renombrado del país en el siglo XX. Recuerdo que en mis años de reportero, a comienzos de la década de 1960, me crucé con él en la legendaria imprenta Mercagraph y, como ya sabía de sus dones intelectuales, lo saludé afectuosamente, cumplido que el maestro me devolvió con una elegante venia. Cómo olvidarlo. Años después, dada mi afición por la historia, leí Las fronteras del Perú, uno de sus libros mayores. Puedo entonces decir que conocí al maestro y su obra.

Periodista

Destacó, sobre todo, como autor de libros escolares, textos en los que trató de incentivar la identidad nacional, recogiendo en el presente los hechos del pasado para proyectarlos al futuro. El maestro solía repetir en sus clases, con reiterada insistencia, una frase que hoy, acaso más que nunca, es importante tener presente: “No hay nación desarrollada con un pueblo inculto”. Una verdad de siglos que recién ahora parece tomar cuerpo en el país.

Pons Muzzo nació en Tacna, en los años del cautiverio, el 12 de setiembre de 1916. Sus padres fueron Bartolomé Pons Salleres y doña Elsa Muzzo Vásquez. Inició sus estudios en el Liceo de Tacna, pero ante el acoso y la hostilización de los invasores, su familia se vio obligada a abandonar la ciudad cuando Gustavo contaba 9 años de edad (1925). Este hecho acrecentaría en el niño su amor por el Perú.

Establecido en Lima, continuó sus estudios en los colegios Salesiano y Nuestra Señora de Guadalupe (1933). Luego ingresó a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en la cual siguió Letras, Derecho y Educación. En 1943 optó los grados de bachiller y doctor en Letras, y luego el de doctor en Educación con la tesis Hacia una solución del problema de la educación nacional, que le valió el Premio Nacional de Fomento a la Cultura (1948). En cuanto a sus estudios de Derecho, después de algunas dudas, los desechó para sumergirse en la historia.

Por esos años, colaboró con su maestro y paisano Jorge Basadre Grohmann, quien, por entonces, terminaba de redactar la primera edición de su monumental Historia de la República del Perú. Pons Muzzo trabajó en la sección bibliográfica del libro. “Fue mi partida de nacimiento como historiador”, diría años después.

A comienzos de la década de 1940, luego de doctorarse en Historia, se dedicó a la enseñanza en diversos colegios de Lima. Empezó en el colegio Dalton, para luego recalar en el Militar Leoncio Prado, plantel del que llegó a ser director de estudios (1950-1952). Posteriormente, se desempeñó como director de las grandes unidades escolares Alfonso Ugarte y Ricardo Bentín. Finalmente fundó el colegio San Julián, en el distrito de Barranco (1958), al que se consagró por entero hasta el fin de sus días.

También fue docente universitario. En San Marcos regentó la cátedra Historia de América, así como la de Didáctica de la Historia en la Facultad de Educación de la Pontificia Universidad Católica del Perú.

En la década de 1960, ya era el historiador de nota, de renombre, y, por lo tanto, su incorporación era vital en las más importantes juntas que por esos años se nombraron en el país, como la Comisión Nacional del Sesquicentenario de la Independencia (1971), la Comisión Consultiva constituida por el Ministerio de Relaciones Exteriores para estudiar la propuesta chilena destinada a dar una salida al mar a Bolivia (1975-1976) y, entre otras, la comisión para determinar la autenticidad de las letras del Himno Nacional (1982).

Por otro lado, promovió la creación de sociedades e instituciones como la Sociedad Peruana de Historia, el Centro de Altos Estudios Militares del Perú, la Sociedad Geográfica de Lima, el Instituto Sanmartiniano del Perú –que lo eligió presidente en dos períodos– y el Instituto Libertador Ramón Castilla.

En 1996, en reconocimiento a su extraordinaria labor en el campo de la educación, el Gobierno peruano le otorgó las Palmas Magisteriales en el grado Amauta, y tres años después le impuso la Orden del Sol en el grado de Gran Oficial.

Publicó una veintena de libros. De ellos, acaso los más importantes, son: Las fronteras del Perú, Política educativa del Estado peruano, El coronel Francisco Bolognesi y el expansionismo chileno, Estudio histórico sobre el Protocolo de Río de Janeiro.

Su obra, como se verá, fue vasta. Trabajó hasta que las fuerzas lo acompañaron. Falleció el 6 de febrero del 2008. El maestro contaba 91 años de edad.

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